extrapicurciela: El aburrimiento de una tarde tediosa. Las Ventas, 9 de junio de 2017

viernes, 9 de junio de 2017

El aburrimiento de una tarde tediosa. Las Ventas, 9 de junio de 2017

Llevábamos demasiados días buenos y no dura tanto la felicidad en casa del pobre aficionado. Hoy ha tocado una tarde plana que ha inundado el coso venteño de aburrimiento, una tarde gris como el pelo de los albaserradas de Adolfo Martín, una tarde plomiza como el toreo de Juan Bautista.

La tónica de la corrida: los adolfos se desentienden en el último tercio

Antes de salir de la plaza leí en el móvil el mensaje de don Venteño, porque servidor no tiene whatsapp. Me invitaba a acompañarle directamente de camino a su casa. Nos encontramos en el busto de Fleming.

-Buenas tardes, Cadahalseño. Las tardes tediosas me machacan los huesos y prefiero irme directamente a descansar a casa. Si quiere, hablamos mientras caminamos, aunque poco hay que decir.

-Por mí, encantado. Hoy me he embaulado un cocido en Malacatín y es prudente dar reposo al estómago.

Nos unimos a la procesión que sube por la calle de Alcalá hacia Manuel Becerra.

-¡Vaya tardecita! Imagino la depresión que le habrá entrado a Adolfo Martín. Cinco toros pitados en el arrastre y el otro con división de opiniones. Y lo que es peor, los seis sin fondo, desentendidos en mayor o menor medida de la pelea. Eso es síntoma de falta de casta.

-Yo le digo una cosa, Cadahalseño. Que ninguno de los seis haya sacado casta o por lo menos, indicios, no es normal. Una ganadería no se queda vacía de un año para otro. Para mí que se han pasado con el "lexatín".

Conseguimos atravesar el embudo que se forma por el estrechamiento de las terrazas, que ocupan más de la mitad de la acera.

-No me venga con leyendas, don Venteño.

-Usted piense lo que quiera, pero yo del submundo del toro me creo todo. De todas formas, la corrida no ha sido tan mala en los primeros tercios. Casi todos han acudido al caballo, alguno ha derribado y casi ninguno ha salido suelto. Ha sido después de banderillas donde se han venido abajo.

-Es cierto, y algunos embestían con calidad extraordinaria, como el segundo y el quinto, el lote de Juan Bautista. Pero claro, sin ninguna codicia.

Me detuvo poniendo una mano en mi antebrazo.

-Cada día me jode más que los toreros se pongan a quitar moscas de la cara de toros que ni andan, ni pasan, ni tienen más lidia que igualarlos para pasaportarlos al otro mundo, si es que hay otro mundo para los toros. Que debería existir. El francés es un toreo sin clase, que cuando salen toros noblones y sosos incluso los deprime más. No sé, a lo mejor como es medio de la empresa ha querido justificarla.

Me soltó y continuamos calle arriba.

-También se ha puesto pesado Escribano con el último. Éste quizás porque necesita contratos y espera el milagro de la resurreción del toro.

-Curiosamente, a Ferrera casi le dan los tres avisos en el cuarto, aunque en este caso está justificado porque el toro anduvo huyendo media faena y el extremeño de Ibiza lo sobó hasta conseguir alguna tanda lucida. En el primero, el más peligroso de la corrida y que a poco le mete el pitón en el estómago en el saludo, estuvo muy sólido. Lo que no me gusta de él es que por sistema tenga que sacar los toros del peto dando pases, que marea al toro y hasta él se hace un lío, que a punto ha estado de costarle un susto.

En el semáforo de Manuel Becerra nos separamos.

-¿Sabe? Cada día soy más sentimental, sin duda cosas de la edad, y no puedo olvidar cómo lo estará pasando ese buen ganadero y aficionado que es Adolfo Martín. En fin, prefiero no hablar más de esta triste tarde. Ya sólo nos queda la del domingo. Esperemos que la leyenda de Miura no pinche.