viernes, 12 de mayo de 2017

La tarde de los mansos dolientes. Las Ventas, 12 de mayo de 2017

Se ha repetido la historia de hoy hace un año en Las Ventas: corrida mansa de El Ventorrillo, destacando el quinto al que Morenito de Aranda cortó una oreja. Esta breve reseña vale para el 12 de mayo de 2016 y para hoy. El resto de la corrida fue un desfile de mansos de diversa condición, muy serios de cara, con el denominador común de dolerse llamativamente en banderillas. Ese toro quinto, bravucón, no puede tapar este desastre ganadero del hierro de la F, F de Francisco Medina, F de Fidel San Román, F de Edificaciones Tifán, propietaria de la ganadería y enredada en la Operación Malaya. Una F que marca la evolución de esta ganadería.

Morenito de Aranda luce a 'Cetrero'

Encontré a don Venteño en el Rincón de César con aires de profesor emérito, impartiendo una especie de clase magistral a tres jóvenes que le miraban entre incrédulos y admirados. Apuntalaba su discurso con vehementes movimientos de brazo y el dedo índice en alto.
-A ver si os enteráis. ¿A vosotros os gusta ver lo que cada toro lleva dentro?
Los jóvenes se miraban y asentían sin mucho convencimiento.
-Pues entonces dejad que los toreros os lo enseñen y reconocérselo. Desconfiad de aquellos que meten a los toros debajo del peto, que citan en corto con la muleta retrasada y que les cortan el viaje. Ésos suelen estar tapando toros. Pero cuando un torero ponga a un toro de largo en el caballo, lo cite a distancia y dé la salida a los pases, dadle las gracias. Así que no midáis con severidad a Morenito de Aranda ante el quinto, porque él lo puso de lejos en la segunda vara y él lo citó a diez metros en las cuatro primeras tandas con la muleta. A ver cuándo lo volvéis a ver. Y encima le ha dado el medio pecho, se lo ha pasado cerca y le ha obligado con mando. Un toro de un pitón, el derecho, que nunca buscó la muleta, sino quitársela, y que tuvo series de solo cuatro pases, lo que le duraba la inercia de la arrancada. Ése fue el toro 'Cetrero'.
Aproveché su pausa para hacerme presente:
-Buenas noches... catedrático.
Se giró hacía mí con cara de contrariedad.
-No me joda, Cadahalseño, y menos cachondeito, que aquí estos pimpollos han entrado diciendo que el quinto era un toro bravo de Puerta Grande. Y, claro, no me he podido poner de perfil. Un toro cuyo único mérito ha sido galopar y que si se topa con un torero que lo cita en corto no le saca un pase, sólo cabeceos. Y ya lo ha visto también en el caballo, se arrancaba con galope alegre y luego se difuminaba en el peto.
Me ofreció un plato con lonchas finas de jamón de veta.
-Ahora llamamos a Remi. pero vaya probando esta exquisitez. Aquí los pimpollos ya han aprendido lo que es jamón.
-Gracias, pero tengo prisa. Hoy vienen a recogerme. Sólo vengo a saludarle.
-A mojarse, Cadahalseño. ¿Tengo o no tengo razón?
No era momento de tocarle los costados, así que asentí.
-Usted siempre tiene razón.
Don Venteño se crece cuando tiene auditorio, y no tuve ni que meterle el pico de la muleta.
-¡Natural! Ahí lo tiene, me ovacionan al toro y silban la oreja a Morenito porque pinchó en lo alto y la estocada no fue al hoyo de las agujas.
Intenté moderar su raro entusiasmo.
-Quizás no había petición suficiente. Mi medio paisano Villa parece que ve más pañuelos que los que flamean. Ya le pasó con la oreja a Mario Palacios en la novillada de Los Chospes.  
Se revolvió en la silla.
-¡Bah, despojos! Eso sí, también le digo que al de Aranda de Duero le sobró postureo en el segundo, un toro mansito y agotado, pero muy noble y templado, que dejaba torear muy despacio y con mucha estética. ¡Coño, que le aplaudieron más cuando se componía para citar que con los pases! De lo estético me quedo con una verónica lentísima que dio en la réplica al ajustado quite de Román.
Los jóvenes parecían interesados en la charla, pero a mí me apremiaba el tiempo.
-Yo también destacaría a su cuadrilla. Cuidaron al quinto, hasta el punto de que Jarocho prefirió rodear al toro antes de darle otro capotazo para colocarlo, y, además ,nos regalaron dos grandes tercios de banderillas en los dos toros. Bien por Zamorano, Jarocho y Mellinas. Y de lo demás, ¿qué me cuenta?
-¡Vaya prisas, Cadahalseño! Se lo digo en dos palabras. A algunos los mimaron en el peto. El lote de Eugenio de Mora fue infumable, un primero rajado y un cuarto a punto de echarse. Y el lote de Román poco más, los dos buscando terrenos de nadie, incluso el cuarto andando de lado cuando le citaba con la muleta. El valenciano es luchador y bullicioso, y eso le costó una voltereta. Ese sexto murió en la puerta de toriles, todo un dato. ¡Hale, váyase y no vuelva aquí con ese estrés!
Me despedí levantando la mano mientras salía.
-Mañana no me espere, que salgo para mi pueblo en cuanto doble el último. Ciao.
Cuadro de puntuación de la corrida de El Ventorrillo


LA  TARDE  TRAS  EL  VISOR

Tarde fría y amenazante


Los flamantes petos de estreno de la acorazada


El primero, de naja


Fernando Téllez, desde el lateral


 'Bajeza' no quiere saber nada de Eugenio de Mora


 Bandera soleada sobre fondo gris


Saltillera en el quite de Román al segundo...


...y larga de remate


Media verónica de remate de la réplica de Morenito de Aranda


Jarocho se la juega con el pitón de 'Nevado' en el pecho


El tercero también sale de naja del caballo...


...y se escabulle de la muleta


Álvaro Rodríguez cuida al cuarto


El quinto se quedaba en el peto sin codicia


Tafallera o Villaltina de Román en el quite a 'Cetrero'


Zamorano clava en la cara cuarteando en exceso


Voltereta de Román en el sexto

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...