lunes, 15 de agosto de 2016

Guapos y educados. Cenicientos, 15 de agosto de 2016

Uno de los condicionantes de las corridas de toros es la ejecución de la suerte de varas, sobre la que tanto se habla y tan poco se hace. Entre los aficionados es un tema común la necesidad de reformar este tercio. Se incide en que la puya actual, con su vaciado, hace sangrar en exceso, incluso con un simple refilonazo. También en la mala costumbre de los picadores de asegurar el castigo en un solo puyazo, impidiendo ver una segunda o tercera vara, donde las cualidades del toro se evidencian, una vez conoce lo que le espera en el peto. Sin embargo, no se trata mucho de las condiciones de los caballos, hoy muy entrenados para contrapesarse a la embestida. Esta circunstancia, manteniendo un peto con ese faldón que evita que le toro pueda meter la cabeza y levantar al jaco, supone un gran obstáculo al toro, que se ve incapaz de vencer en la pelea y que, en muchos casos, lo acobarda. Si a ello añadimos que se utilizan, con el beneplácito de la autoridad, caballos que exceden en mucho los límites reglamentarios, el resultado no puede ser más negativo para el toro y para la propia suerte de varas, que los taurinos quieren arrinconar a las tientas... y no en todas.

Láminas preciosas. Sexto de la tarde

El aficionado, bien acompañado, accede al tendido con mucha anticipación y va viendo como se va poblando poco a poco hasta conseguir una entrada aceptable, pero menor que la del día anterior. El cartel anuncia toros de Pallarés – Pilar Buendía, ese experimento de Benítez Cubero con la sangre santacolomeña de Joaquín Buendía, a lidiar por los veteranos Marc Serrano, y Joselillo, acompañados de un torero novel: Sebastián Ritter, que al igual que el francés, es nuevo en esta plaza.

El primero de la tarde es ancho de pecho y de encornadura abierta y levantada, no muy característica en la rama buendía. Sale andando, sin movilidad ni recorrido en el capote. Le dan un solo puyazo, no muy fuerte, en el que quiere, pero no puede. Se derrumba al salir del caballo y todo lo demás no es más que un trámite para que Marc Serrano pasaporte a este inválido.

El segundo aparece en el ruedo con más picante, aunque se queda corto en sus embestidas. Juan Antonio Agudo, desde un caballo monstruoso, no tiene problemas para picar al cárdeno, que cabecea y se repucha. El segundo tercio es desastroso y la faena de muleta sin emoción alguna, porque “Patera” es excesivamente noble, casi empalagoso. Joselillo tampoco puede llegar al tendido porque el burel lleva la cara a media altura. Una media trasera tendida resulta suficiente.

El tercero es una cárdeno claro, precioso de lámina, pero sin recorrido. En el peto no se emplea, al contrario que uno de los Navarrete que lo da tapándolo la salida. Saluda Raúl Cervantes, después de dos grandes pares. La faena es aburrida, con un toro que da tres pasos para adelante y Ritter cuatro para atrás en cada pase. Por si fuera poco, alarga la faena, que se hace soporífera. Sonó muy tarde un aviso entre la media tendida al primer intento y la estocada honda cobrada al segundo por el colombiano.

También luce bonita lámina el cuarto, que mete bien la cara en el capote de Serrano. El varilarguero, Ismael Alcón, encaramado a una mole acorazada con forma de caballo, sacude estopa con la puya, barrenando sin medida, con la salida tapada. En palos se mueve bien, y muestra cierta codicia, pero claudica al inicio de la faena de muleta, acusando el desmedido castigo en varas. Serrano se empeña en aburrirnos, intentando que el moribundo “Verdón” acuda al cite, hasta que un nuevo derrumbe del animal le convenza de acabar con el espectáculo. El aficionado ignora si el matador dio después las “gracias” a su picador.

De quinto se corre otro toro bonito que remata en maderas y se desplaza en el saludo del torero de Valladolid. Se escupe en la primera entrada al peto y acude de nuevo, para que Antonio García le administre un buen puyazo, delanterito, sosteniendo la varany midiendo perfectamente el castigo. En el segundo tercio, “Romano” muestra movilidad, pero también querencia a las tablas. Con inteligencia, Joselillo lo saca a los medios y aprovecha la extremada nobleza del buendía en series ligadas y templadas por ambos pitones. Se encuentra a gusto con la facilidad que regala el cárdeno y enjareta tres circulares invertidos que causan tanto furor en los tendidos como desesperación en el aficionado. Una estocada caída pone broche a una larga faena y hace aparecer dos pañuelos bondadosos en la baranda presidencial.

El sexto completa un encierro de excelente presentación. Nervioso y embiste con la cara alta. Está aquerenciado en el peto y demuestra poca fijeza en palos. “Ibarreño” pasa más que embiste a la muleta de Ritter, y se deja hacer de todo por el derecho, no por el izquierdo, con dos sustos, los únicos de toda la tarde de este encierro tan educado, sin un mal gesto, toros nobles y vacíos de casta. El toro acaba desentiéndose del torero de Nimes, que lo pasaporta de estocada tras pinchazo.

El aficionado abandona la plaza de toros de Cenicientos felicitándose de la extraordinaria presentación del encierro, algo tan difícil de encontrar, pero amargado por la falta de casta de esta ganadería santacolomeña, incapaz de aportar la más mínima dosis de emoción, un ingrediente imprescindible de la Tauromaquia, tal y como la entiende el aficionado.

Cuadro de puntuación de las corrida de Pallarés – Pilar Buendía


LA TARDE TRAS EL VISOR

Acondicionando el ruedo con la Peña de Cenicientos de testigo

Madrugadores

El fotógrafo otea el horizonte

Los protagonistas de la tarde

Pasando lista

Abriendo paseíllo

Tarde calurosa, despejada y algo ventosa

Marc Serrano, nuevo en esta plaza

Primero de la tarde

Verónica en el saludo

M.A. Sánchez dosifica el castigo

José Luis Hernández sortea a “Pollito”...

...que no tenía fuerza

Atasco en el callejón

Joselillo

Segundo de la tarde

Poca calidad en la embestida de “Patera”

Un caballo monstruoso y antirreglamentario...

...un combate muy desigual

Veteranía

Humedeciendo la sequedad

Tampoco humilló en la muleta

Sebastián Ritter

El tercero de la tarde, un toro guapo

Recibiendo a “Regidor”

El por qué de las heridas más profundas que la puya

Raúl Cervantes, un gran banderillero

Trasteo a mucha altura

Pinchazo

La tablilla del cuarto

“Verdón”, otro toro guapo

Hocicando

Ismael Alcón, seguro sobre la mole...

...barrena a conciencia,...

...el resultado...

...y el protagonista

Jóvenes aficionados coruchos

Quinto de la tarde

Joselillo se estira en el saludo

Antonio García, picando con medida y en su sitio

Quite de Ritter por gaoneras

Par igualado

Joselillo obligando a “Romano”

El inevitable circular invertido (fueron 3 consecutivos)

La alguacililla se tapa

Los cuadernos de la recaudación en taquilla

Ritter parando a "Ibarreño"

El sexto puso la cara por las nubes

Alberto Hernández en el primer par

Manoletina

Ritter pincha

La chavalería corucha disfrutando

Joselillo, por la puerta grande

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Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...