sábado, 17 de agosto de 2013

Reencuentro con el toro de lidia. Cenicientos 17 de agosto de 2013

Los problemas de Juan Luis Fraile para lidiar en Las Ventas y Francia son los principales responsables de su inclusión en la feria de Cenicientos. En Las Ventas no lidiará probablemente mientras Taurodelta siga malgestionando la plaza, a tenor de lo oído el pasado invierno a Carolina y Juan Luis Fraile en Casa Patas, donde afirmaron tener una corrida para Madrid, pero sin que la empresa se hubiese dignado ir a verla (Reflexionando a la Verónica publicó un fiel resumen de lo dicho). Y en Francia no puede lidiar por carecer de la dichosa carta verde.

Como la ganadería plantea los problemas propios de la casta, tampoco los toreros se matan por lidiarla.

Resultado paradójico: una corrida imponente (con tres toros de seis yerbas) se anuncia en plaza de tercera con toreros poco placeados, en un enfrentamiento desigual que no beneficia ni a los toreros, ni al ganadero ni al aficionado. ¿Alguien se imagina que en un campeonato de halterofilia, las mayores pesas deban levantarlas los menos fuertes, y se reservan las pesas medianas para los más musculosos, con la excusa de que así lucen mejor su estilo? O que (no me queda mas remedio que hablar de fútbol por aquello de los lugares comunes) el Real Madrid jugase con Cultural Leonesa y no con el Manchester United, porque su juego resultaría más preciosista. Sin embargo, en los toros lo normal es que las figuras maten lo más cómodo porque lo que mola al espectador y a la prensa es la estética. Incluso se empiezan a poner de moda manos-a-mano con las figuras trayéndose sus toritos respectivos, como resalta Adolfo Campos, un aficionado valenciano que no falta a su cita con el Valle del Terror.

El encaste de la ganadería es graciliano, esa rama de santa coloma más ibarreña que saltilla, que llegó a los Fraile desde la familia de los fundadores a través de dos personajes salmantinos (Sánchez Ferrero y Matías Sanromán), con la colaboración de Teodoro Matilla. Un salmantino de pro me tiene prometida una jugosa historia de estos personajes. Y como en el campo ya va quedando muy poco de este encaste, los aficionados peregrinan a los lugares donde se anuncian los hierros que mantienen esta procedencia, con mayor o menor pureza. De ahí la presencia de aficionados llegados a Cenicientos desde los lugares más recónditos.


"Garbancero", segundo de la tarde romanea con poder

Volvió a presidir César Gómez, que nos impidió ver la tercera entrada del sexto toro, con la contrariedad visible de El Nico, que no había pedido el cambio. Y que permitió que decenas de personas permaneciesen apoyados en la barrera durante la lidia de los toros.

Abrió cartel Hernán Ocampo, Guerrita Chico, que repetía actuación y al que vino siguiendo su compatriota César Rincón.

El primero de la tarde, que sustituía por lesión a uno de los reseñados, fue el de menos respeto de una corrida de imponente trapío, pero uno de los de más destacado comportamiento. Playero, no se empleó de salida y metió la cara a media altura empujando en la primera vara y repuchándose en la segunda, con mala puntería del varilarguero. Mejoró en palos, sin que Jesús del Monte y Pérez Varcárcel lo aprovechasen. El colombiano basó su faena de muleta sobre el excelente pitón izquierdo, sin acoplarse a la emocionante embestida de "Garbancito", salvo un postrero cambio de mano. Pinchó aliviándose antes de cobrar una honda atravesada. El graciliano murió de pie en las tablas.

Al cuarto, muy serio y barriendo la arena con la borla del rabo, Guerrita lo abrió a los medios sin molestarlo y sin estirarse. Lo masacraron en la primera vara y, sin ponerlo en suerte, clavaron trasera la segunda, donde manseó. Arriesgó y se lució en sus dos pares Fernando Peña, que saludó. Quedó tardo, sin humillar ni repetir y cortando por el pitón derecho. Muy mal el colombiano con los aceros, necesitó dos intentos con el estoque y cuatro con la cruceta.

Con escaso rodaje, José Germán hubo de apechugar con el bicho más difícil, corrido en segundo lugar, acapachado y con trapío, Hizo la mejor pelea en varas, metiendo los riñones empujando con fijeza y poder en la primera vara y acometiendo con decisión en la segunda. Los rehileteros cogieron pánico y dieron el mitin. Extraño en un hombre de la talla de Lipi. El diestro anduvo falto de ideas y decisión con un Garbancero que llegó sabiendo latín a la muleta. Lo pinchó dos veces, la primera de ellas en el brazuelo, para liquidarlo de media baja y fulminante.

Se emplazó de salida el engatillado quinto para que intentaron asesinarlo en la primera vara. En la segunda saldría suelto. Bueno el segundo par de Daniel Alonso, y nos quedamos sin saber todo lo qué hubiera dado de sí, pues el madrileño anduvo a la deriva, aunque fue evidente que embestía con emoción y humillado. Injustificable la estocada en los sótanos que provocó una desagradable hemorragia al buen "Caño".

Playero y veleto era el tercero, al que se limitó a tantear El Nico en el saludo. Empujó con la cara a media altura en el primer puyazo, donde le pegaron de lo lindo. Acometió en la segunda entrada, quedando muy baja la vara. El matador se la jugó de verdad en palos. Quedó con poder y El Nico, valiente, plantea la faena por el derecho, pero sin obligar a "Jaquetón", como demandaba su extraordinaria casta. No se confió con el estoque y lo puso patas arriba con una estocada delantera y tendida, tras dos pinchazos.

Muy hondo y acapachado era el sexto que salió codicioso derrotando en tablas. Anduvo seguro el granadino lanceando bien con el capote. Quedó baja la puya y le hicieron la carioca en el primer encuentro, en el que empujó "Cañerito". Muy torero El Nico le puso largo para la segunda vara, entrando con decisión al peto, aunque luego saliera suelto. Como ya se ha dicho, el usía nos privó de comprobar cómo se hubiera comportado en la tercera. Acudió bien en banderillas. Sangró poco a pesar de los dos puyazos y no dio facilidades en la muleta por el derecho, con posibilidades por el izquierdo que el diestro no terminó de exprimir. Para no desmerecer, la suerte suprema resultó horrible.

Y así terminó la feria, con un corridón de Juan Luis Fraile, de los que quedan marcados con tinta indeleble en la mente de los aficionados que tuvieron la enorme suerte de presenciarla, una corrida con seis serios y exigentes toros de lidia, no tontitoros de media vara y cien pases. Seis toros con poder que no abrieron la boca en toda su lidia a pesar del castigo de los del castoreño y que mantuvieron el interés y la emoción en todo momento, que es lo que se pide a un toro de lidia. Muy justo el saludo final del mayoral.

No quiero cerrar estas reseñas sin agradecer el buen comportamiento en conjunto de las peñas coruchas, que supieron respetar el desarrollo del festejo, algo que echamos de menos en otros pueblos.

Cuadro de puntuación de la corrida de Juan Luis Fraile

(Cada aspecto está puntuado de 0 a 5, y la nota media es ponderada,
 al no tener todos los aspectos el mismo peso en la puntuación)

Guerrita Chico llega concentrado al coso

La ganadera, Carolina Fraile, llega con su agenda, escoltada por el mayoral 

Más féminas

Los veterinarios, sin problemas en el reconocimiento

Dibujo del hierro de la ganadería en los medios

Salida de "Garbancito"

Guerrita Chico carga la suerte

El varilarguero tapa la salida al primero

"Garbancero"

Seriedad e integridad

José Germán toma precauciones

"Jaquetón" había olvidado algo en chiqueros

Esperando con la escopeta cargada

Miradas cruzadas con "Jaquetón II"

Fernando Peña, satisfecho después de saludar

Guerrita Chico se alivia

No había sitio para estar asomado a la barrera

Daniel Alonso, concentrado antes de salir el quinto

"Caño", de salida

"Caño" acometiendo y a Rubén Sánchez se le va la mano

"Cañerito" 

El Nico en el saludo

Tampoco acierta Ramón Núñez

"Cañerito" se distrae

La chavalería participa acompañando el arrastre

El mayoral recogiendo los aplausos de la afición

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Los restos de la batalla, muy ordenados

El cartel de bolsillo

El billete de abono general  nº 156

2 comentarios:

Afición corucha dijo...

Me alegro de que haya gente que haya visto lo mismo que yo, si lee mis crónicas coincidimos en casi todo. Saludos¡¡¡

cadahalseño dijo...

Siempre se agradece la coincidencia de juicios, aunque la discrepancia siempre enriquece.
Saludos desde Cadalso

Me corto la coleta

Puede parecer pretencioso servirme de esta frase, reservada para los que del enfrentamiento con el toro han hecho su oficio, pero permítase...